El dolor de la ausencia

Cuando alguien que amamos se va,
el dolor de su ausencia es inexplicable. El dolor viene acompañado de negación, incertidumbre y deseo de regresar el tiempo. De pronto, aparecemos en una pesadilla que no nos permite despertar.
Cuando alguien que amamos se va, nuestro arco iris se torna gris, el sol detiene su esplendor, y el viento susurra sentimientos almacenados en lo más profundo del corazón.
Nuestra historia juntos es reproducida una y otra ves por el recuerdo de todos los momentos compartidos.
Caminamos como en el aire, en un mundo sin color y sin sonido. En un instante todo cuanto existe perdió su razón de ser.
Duele en lo más profundo del corazón ver partir a quien tanto se ama. Duele vivir con su ausencia. Duele vivir con su recuerdo merodeando por todos los rincones del alma. Duele saber que jamás volverá a sonreírnos ni a envolver nos en sus cálidos abrazos.
Seguir viviendo sin el o ella no será fácil pero con la ayuda de Dios y personas que comprendan nuestra pérdida, aprenderemos a continuar con su ausencia.
Demostremos hoy a quienes a un respiran todo el amor que tenemos para ellos en nuestro corazón. Puede que mañana para nosotros no vuelva a brillar el sol y quien se quede necesite saber cuanto le amamos.
Feliz fin de semana.

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