AHORA QUE SOLO PUEDO ACARICIAR TU RECUERDO

AHORA QUE SOLO PUEDO ACARICIAR TU RECUERDO
Tengo la memoria llena de tus ten cuidado, ponte suéter, saluda cada vez que entras a un lugar, come con la boca cerrada, lávate las manos.
El eco de tu risa resuena en mis recuerdos, mientras aún puedo sentir el calor de tu abrazo cuando me acercaba a tu regazo.
Cuando cierro los ojos puedo verme en tu mirada. Ese brillo parpadeante que sin pronunciar palabra siempre me decía cuanto me amabas.
Al cerrar el puño de mi mano siento como tu mano me hacía sentir seguro, el estar sujeto a ti era mi garantía de que todo estaría bien.
Hoy recuerdo tus te quiero y tus llamadas de atención. No te juntes con este, era lo que más me decías, y parecía que, él te lo dije te daba cierta satisfacción.
Ohhhhh mamita de mi alma, cuanto daría por una vez más volver a escuchar tus instrucciones, cuanto daría porque tu risa rompiera el silencio de tu ausencia y volver a sentir el calor de tu abrazo.
Hoy solo me queda recordar tu rostro emocionado y bañado en lagrimas cuando en un día como hoy, te hacia tan feliz verme dedicarte un poema, en la celebración de tu día especial en la escuela.
Hoy veo al cielo y digo muchas gracias, Dios, porque un día te desprendiste de uno de tus ángeles para que viniera a la tierra para convertirse en mi madre.
Gracias mamita de mi alma por haberme educado para la vida. Intentaré con la ayuda de Dios, que me dio el regalo de tenerte en mi vida, honrar tu recuerdo, viviendo en congruencia con tu amor y tu ejemplo.
Hoy que solo puedo acariciar el recuerdo de mi madre. Le digo a quienes aún la tienen a su lado, que la aprecien a cada instante. Que regalen más que objetos, experiencias que para ambos serán los tesoros que nunca desaparecerán del corazón y la memoria.
Hoy que solo puedo acariciar el recuerdo de mi madre, con amor, ternura y nostalgia digo, Dios, si es posible, ve y dile que sigue viva en el centro de mi corazón.

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