Dios nos habla en medio del dolor y la tristeza, a él nada lo limita y nos envía promesas extraordinarias enmarcadas en preciosas alabanzas. Promesas que al paso del tiempo nos damos cuenta las va cumpliendo
No nos cansemos de creer en él, recordemos que las cosas que suceden y sucederán en nuestra vida son en su tiempo y a su manera. 
Es difícil comprender porque nos toca pasar por valles de sombra y de muerte, por qué Dios nos quita aquello que parecía tan bueno para nosotros. Solo nos queda confiar en que él siempre nos sostendrá con la diestra de su justicia. 
Que el dolor del momento no empequeñezca la grandeza de nuestro Dios todo poderoso.
El Señor hoy dice: “pon atención que estoy hablando contigo"

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