Una nueva oportunidad para comenzar bien.
Generalmente vamos caminando por la vida esperando que todo en derredor nuestro se alinee para que, al final, podamos tener la vida de paz y plenitud que siempre hemos anhelado. El detalle esta en que es muy difícil que eso pase, ya que el cambio en nuestra vida no siempre dependerá de lo que pase en derredor nuestro si no del cambio que se geste en nuestro interior. Somos quienes harán la diferencia, esta en nosotros cambiar y lograr que las cosas sean diferentes para nosotros y los que tenemos cerca. Es de vital importancia tomar en cuenta que mientras nos esforzamos por hacer un cambio desde nuestro interior, todo lo demás fuera de nosotros seguirá siendo igual o peor, ya que siempre tendremos oposición . No podemos cambiar a nadie, los demás cambiaran solo si ellos deciden hacerlo. Con la ayuda de Dios y una buena actitud podemos inspirar un cambio en otros, así como se esta produciendo en nosotros. Con su ayuda intentemos brindarle a los demás lo que deseamos para nosotros.
No perdamos la paz por lo no recibido, demos a los demás de lo mucho que Dios nos ha dado, demos amor, tiempo, respeto, cuidado, etc. Probablemente muchos nos devuelvan bien por bien, Gloria a Dios por eso!!!! También habrá muchos otros que pasen inadvertidos, incluso algunos hasta nos harán de menos, Gloria a Dios por ellos también, es a ellos a los que Dios nos envió a amar, recordemos lo que dice su palabra: “ Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por quienes los persiguen, Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa tienen? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos?. El sigue hablando: “no se cansen de hacer el bien, porque al final cosecharan si no desmayan”.
En este nuevo comienzo que Dios nos permite, valoremos a nuestra familia, ellos son nuestro primer ministerio, pongamos a Dios en el centro de nuestro corazón, que se haga viva en nuestra vida la alabanza cuando le cantamos al Señor “el centro de mi vida se Jesús”
No perdamos la paz por lo no recibido, demos a los demás de lo mucho que Dios nos ha dado, demos amor, tiempo, respeto, cuidado, etc. Probablemente muchos nos devuelvan bien por bien, Gloria a Dios por eso!!!! También habrá muchos otros que pasen inadvertidos, incluso algunos hasta nos harán de menos, Gloria a Dios por ellos también, es a ellos a los que Dios nos envió a amar, recordemos lo que dice su palabra: “ Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por quienes los persiguen, Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa tienen? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos?. El sigue hablando: “no se cansen de hacer el bien, porque al final cosecharan si no desmayan”.
En este nuevo comienzo que Dios nos permite, valoremos a nuestra familia, ellos son nuestro primer ministerio, pongamos a Dios en el centro de nuestro corazón, que se haga viva en nuestra vida la alabanza cuando le cantamos al Señor “el centro de mi vida se Jesús”
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