Cuidado con lo que decimo y de quien lo decimos
Hoy pensé y qué hay de nuestros detractores?. Lamentablemente no somos un billete de Q. 200.00 y siempre habrá quien o quienes se sientan con el derecho de venir y criticar lo que hacemos, decimos ó pensamos. Es fácil por falta de información venir y formarnos una falsa opinión de otros, y más fácil aún unirnos a la multitud para desmenuzar la vida de alguien que no está en ese momento para presentar sus argumentos. Si realmente nos hacemos llamar “hijos de Dios” tengamos mucho cuidado en creer que tenemos el derecho de hacer severas críticas de los demás, sobre todo si esos cometarios van en contra de uno de los escogidos de Dios. David aún pudiendo haber tomado venganza en contra del Rey Saúl dijo “Es inconcebible, de parte mía, desde el punto de vista de Jehová, que yo haga esta cosa a mi señor, el ungido de Jehová, alargando la mano contra él, pues es el ungido de Jehová”. 1 Samuel 24:6. Más adelante Abisay (siempre hay una Abisay a la hora de los comentarios negativos) lo incita una vez más a tomar venganza, pero David aunque tenía muchas razones que de alguna manera justificarían su venganza, una vez más se negó y dijo “Quién PUEDE atentar contra el ungido del Señor y permanecer inocente?” 1Samuel 26:9. No olvidemos que Dios está en TODOS lados a la defensa de sus amados y no dará por inocente a quien se levente en contra de sus ungidos. El usa su palabra para demostrar que se cumple lo que está escrito cuando dice “mía es la venganza, yo pagaré dice el Señor” (Romanos 12:19).
Otro ejemplo lo vemos al leer la historia de Moisés. Podemos ver claramente como Dios se pronuncio en contra de los que en ese momento fueron sus detractores “sus propios hermanos”, hay un dicho que reza “no hay peor cuña que la del mismo palo y eso casi siempre es verdad.
En este caso Miriam (María) fue la afectada por haber MURMURADO en contra de aquel al que Dios llamaba MI siervo. Números 12: 3,8, 10 (RV60). Mientras tengamos oidos para oir (ojos para leer) hagámoslo con atención.
Otro ejemplo lo vemos al leer la historia de Moisés. Podemos ver claramente como Dios se pronuncio en contra de los que en ese momento fueron sus detractores “sus propios hermanos”, hay un dicho que reza “no hay peor cuña que la del mismo palo y eso casi siempre es verdad.
En este caso Miriam (María) fue la afectada por haber MURMURADO en contra de aquel al que Dios llamaba MI siervo. Números 12: 3,8, 10 (RV60). Mientras tengamos oidos para oir (ojos para leer) hagámoslo con atención.
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